Después de volver al lugar de los hechos y reconstruir parcialmente la caída, se ha llegado a la conclusión de que la caída que llevo a Juanjo al suelo fue fruto del gran esfuerzo que tubo que hacer para intentar coger al grupo de cabeza.
En su afán de no soltar rueda, hizo que llegara exhausto a Gebas, produciéndose el lógico desfallecimiento.
Ni el chinarrillo tiene el grosor ni espesor suficiente para que con el peso de Juanjo pueda causar una caída tan desafortunada.