En Riosa, bajo la típica estampa de pueblo de montaña del norte, se encuentra
el cartel de bienvenida al Angliru, y junto a él, el km 0. Puede dar la
sensación de puerto amable, pero nada más lejos de la realidad. Me hago la foto
de rigor y comienzo la ascensión con un espléndido sol y 21º en el termómetro.
La carretera es ancha pero las primeras rampas son ya de entidad, entre un 6-9%, no se ven llanos para descansar, por lo que pienso que será mejor tomárselo con calma ya que lo más duro aún esta por llegar.
Durante los cuatro primeros kms me da tiempo a hablar con algún que otro compañero de fatigas, los paisajes, el origen de cada cual y de lo que nos queda por descubrir en este gran puerto.
En el km 5 tenemos situado el campamento base, por allí está mi mujer, que
captura mis primeras imágenes, así que intento no aparentar demasiado
cansancio, le mando un saludo y continuo para después de un leve descanso de un km
iniciar la parte dura, ahora sí que se ve la peor cara de este coloso.
Reportaje fotográfico aquí.
Reportaje fotográfico aquí.



La gente, que ya a esas horas completa las orillas de esta zona más dura, tiene
que permanecer sentada porque es incomodísimo estar de pie en esa rampa tan
inclinada, y yo, levantado y con las manos sobre las manetas, intento no parar
de darle a los pedales, porque si me siento y me cojo en la parte alta del
manillar mi cuerpo tira para atrás y las manos se me quieren escapar.
En este
punto también me dan ganas de bajarme porque es durísimo, pero me animo a mí
mismo y como sé que es lo más duro y que ya queda poco, doy todo lo que tengo,
me abro todo lo que puedo en la siguiente curva e intento recuperar algo de
aliento. El corazón se me iba a salir por la boca, incluso, llegué a
escuchar los latidos mientras subía tan parado, pero esto no termina aquí, aún
veo por ahí un cartel en una curva que anuncia el último tramo, Les Pedrusnes
unos 100m al 18%, pero este ya no lo encuentro tan duro porque todo el mundo me
dice que tras la curva final se acaba el puerto. Y así fue, tras unos pedaleos
más, encadeno el km de bajada hasta la Meta que la vuelta 2013 ha colocado en
ese punto.
Para mi este es el puerto más duro que he podido subir en mi vida, pero la
experiencia ha merecido la pena y el viaje hasta aquí también, así que ahora
solo queda la foto en el alto frente a meta, y bajar para ver pasar cómodamente
a los Pro, que yo ya he cumplido mi objetivo y un sueño que tenía, y que
gracias al apoyo de mi mujer Sonia, he podido cumplir.
Saludos.
Pero ahora queda la segunda parte y no menos importante... dar el último empujón a nuestro jefe, para que intente superar estas duras rampas y remate una gran Vuelta... Sólo os paso estas dos imagenes, en la primera posando con la pancarta del club en plena ascensión al mítico Angliru. A continuación, una foto muy curiosa al paso de los capos... ¡Es mi imaginación o Nibali va viéndole las pulsaciones a Valverde! yo diría que sí...
Os recomiendo ver el súper reportaje realizado por nuestra gran reportera Sonia. Increíbles imágenes, tanto en la subida al Angliru como en el final de la Vuelta, podio incluido.... Reportaje fotográfico aquí.
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