¡¡¡ENHORABUENA A TODOS!!!
Pero si hay una persona que la ha disfrutado como el que más, pero quizás la ha sufrido mucho más que el resto, ese es Pascual. Hace dos años se planteó el reto de completar una QH. Dos años después, a superado el reto con creces, y nos cuenta la experiencia vivida sobre su bici.
El Circo de la Quebrantahuesos, por Pascual Cánovas
CRONICA DE UN DESEO
21.06.2014 - PASCUAL | SABIÑÁNIGO
Me vais a perdonar ésta pequeña introducción, pues creo que
sin ella quizás no se entendiera el resto.
Cuando hace cerca de ocho años aproximadamente retomé de una
manera un tanto inesperada mi afición por la bici, ni en lo más remoto de mi
pensamiento tenía constancia de la existencia de la QUEBRANTAHUESOS.
Fue a partir de 2008 cuando al comprar una revista de
ciclismo, cayó en mis manos una guía explicativa de todos los pormenores de
ésta dura prueba, puertos que la componían y sus dificultades, recomendaciones
para poder terminarla, cantidad de aficionados que se daban cita para
participar en ella, avituallamientos, etc. etc.
Por mucho que leía y releía esa guía y las que año tras año
caían en mis manos jamás pensé que yo podría algún día ser participante de ella, pues en esos momentos no me veía capaz de
superar la dureza de dicha prueba.
En Julio de 2011, como todos sabéis, tuve un desafortunado
accidente con mi anterior bici que me tuvo cuatro meses en el “dique seco” sin
poder siquiera pasear con la bici.
Para la marcha de 2012 varios de los componentes de nuestro
club, (Isidoro, Manolo, Ángel, Vidal, Juanjo y el Maca al cual echo de menos en
nuestras salidas) tuvieron la fortuna de
salir elegidos en el sorteo para participar en dicho evento. También fuimos,
pero como sufridores (Maikel y su María,
Mi mujer (que harto trabajo tiene), mi Sonia (competente como ella sola) y Yo.
Desde ese año y esa marcha
he tenido el DESEO de participar en ella, pues fue algo que me impactó
por todo lo que conlleva y moviliza. Tengo que agradecer a mi yerno Juanjo el
apoyo incondicional que he tenido con él, pues me dijo que él vendría y la
haría conmigo cuando yo quisiera. A éste deseo mío se sumó el de Maikel.
Para la edición de 2014 y tras el sorteo tuvimos la suerte
de salir elegidos los miembros del club para participar en ella. Parecía que
iba a ser, y de hecho ha sido, mi debut en tan ansiada prueba. A partir de entonces todo lo que he hecho
encima de la bici ha sido con la mente y cuerpo puestos en y para ella.
Por mucho que he leído, he oído y visto de ella no me
imaginaba su dureza. También tengo que decir que todo lo que he sufrido, “que
ha sido bastante”, lo cambio por toda la Naturaleza
Viva que he visto, PRECIOSA Y
ESPECTACULAR. No se puede describir sería muy extenso hay que VIVIRLA.
No quiero alargarme más, pero en lo que voy a comentar ahora
no hay ni una quinta parte de lo que ha
entrado o hubiera podido entrar por mis ojos, pues en parte del recorrido no
podía mirar a otro sitio que no fuese el asfalto de la carretera.
Y ahora paso a
relatar muy escuetamente mi participación: vaya de antemano mi agradecimiento a
los estuvieron durante toda o en parte de la marcha acompañándome y dándome
ánimos en todo momento.
El desarrollo de la Marcha, para mí, ha tenido dos partes
bien diferenciadas: - La Primera ha sido la subida y la bajada del Somport. No
es duro por lo cual puedes ir viendo y disfrutando de todo lo que tienes a tu
alrededor, siempre Naturaleza y a la cual no me canso de ver. – La Segunda:
Sufrimiento Constante.
-El primer escollo serio es La subida al Marie Blanque que
para mí ha sido Durísima, aunque corta se te hace interminable. Con forme vas
subiendo vas dejando a participantes andando con la bici, acalambrados que ya
no pueden más, gente refrescándose en las innumerables cascaditas que bordean
la carretera, y también te vas dejando tu último aliento para no bajarte de tu
burra. Como ocurre en toda competición, y como casi siempre en todo, la recompensa
está al final en el avituallamiento, y no es por todo el condumio que en él
había, sino porque es una gozada para la vista y el espíritu (Naturaleza por
doquier) un inmenso prado todo verde ¡¡bellísimo!!. De la bajada, qué podría decir!!!, impresionante!!!.
Saltos de agua, un profundo valle con su serpenteante riachuelo, laderas verdes…
un disfrute para los sentidos. Aparte de mirar la carretera y siempre con mucho cuidado, hay que ver casi todo
lo que nos rodea.
-El segundo escollo: El Portalet, muy largo, que para mí ha
sido un calvario y no por su dureza, sino porque justo antes de empezar (en la
curva donde Juanjo y Maikel le dan de comer a las vacas) me han venido los tan
odiados calambres que han hecho del
resto de la marcha como antes comentaba un “calvario”. La bajada es
espectacular y muy rápida, siempre con mucha precaución y cabeza!!!
-El tercer escollo: La Hoz, no tiene mucho que contar aparte
de que hay que tener cuidado, pues la
carretera no es muy buena, pero sobretodo hay que tener mucho cuidado en la
bajada. Las vistas desde arriba espectaculares, con el embalse de Búbal abajo,
el cual cruzas por su presa.
El resto de la marcha hasta Sabiñánigo no tiene mucho de qué
contar, más calambres y más…..
Toda la marcha ha ido en más o menos armonía hasta que en
meta lo que venía siendo para mí un poco gris por mis continuos calambres se ha
teñido de negro cuando he o hemos
sufrido una jugarreta por parte de un elemento, el cual espero que se
disculpe por no cumplir lo hablado en el camino respecto a la llegada.
Todos, si no me equivoco, han dicho que no volverán. Yo no
digo tanto, me gustaría volver algún año y poderla acabar con mejores
sensaciones y mejor sabor de boca, aunque como anteriormente he dicho “TODO LO QUE HE SUFRIDO HA MERECIDO LA PENA
POR TODO LO QUE HE VISTO”, SENCILLAMENTE ¡¡¡ESPECTACULAR!!!!!.
Bravo!!!! Y un abrazo para todos. Pascual.
P.D. Se la recomiendo al que de verdad le guste la
bici con todas sus consecuencias!.
Reportáje fotográfico próximamente...